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BUSCO UNA ANECDOTA


dukam

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Hola a todos

estoy buscando una anécdota (imaginaria) sobre dos publicadores que se encuentran con un lector asiduo de la Biblia, los publicadores en cuestión le preguntan que parte de la Biblia le gusta y el señor muy orgulloso les dice una retahíla de información bíblica y aquí está el detalle....necesito de su ayuda para buscar tal información. les agradezco mucho

 

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Hola saludos espero sea esta anecdota la que buscas:

(Predicación rural)
- ¿Sabes escribir, Pancho?
- No, Patrón, pero mi mujer, ella sabe leer.
- Bien...¿sabes algo de la Biblia?
- Si, patrón, yo sé mucho de la Biblia; yo me se la Biblia de Tapa a Tapa.
- ¡Qué bien! ¿Qué parte de la Biblia te gusta más?
- Patrón, a mí me gusta el libro de las parábolas.
- ¿Cuáles parábolas?
- Bueno, a mí me gusta la parábola del buen samaritano.
- Que bueno, ¿Te gustaría contarnos un poquito de la parábola del buen samaritano?.
- Bueno, patrón. Había una vez, un hombre fue a Jerusalén, y el cayo entre ladrones, y los espinos crecieron y crecieron y ahogaban a este hombre. Y siguió su camino, y no tenía plata, y él se encontró con la reina de Seba y ella le dio al hombre mil talentos de oro y cien mudas de ropa. Entonces él se montó en un caballo y corrió furiosamente, y cuando él fue pasando por las ramas de un tremendo Árbol, quedo pescado de las mechas y ahí quedó colgado, y ahí estuvo muchos días y muchas noches y los cuervos venían y le traían alimento y agua. Y una noche mientras estaba colgado y durmiendo vino su esposa Dalila y le corto las mechas y el cayó al suelo en las piedras en terreno pedregoso. Entonces llovió y llovió cuarenta días y cuarenta noches, entonces él se escondió en una cueva y un hombre vino pasando y golpeo, y él le dijo “ven a cenar conmigo”, y él le dijo “no, no puedo porque me he casado y no puedo ir”, y el hombre le volvió a decir “ven a cenar conmigo”. Entonces él se fue por el camino y llego a Jerusalén y allí vio a la reina Jezabel sentada en lo alto de una ventana, y cuando la vio él le dijo: “Tírenla pa ‘abajo” y ellos la tiraron para abajo, y él les dijo “Tírenla pa ‘abajo otra vez” y la tiraron para abajo otra vez, y él les dijo “Tírenla para abajo otra vez” y la tiraron para abajo setenta veces siete, y de los pedazos que quedaron llenaron doce cestas llenas. Y ahora yo me pregunto, patroncito, en la resurrección ¿de quién será esposa?.

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